¡Mantengamos vivo el aprendizaje! A medida que se acercan las vacaciones de verano muchos padres se preocupan de que sus hijos olviden lo aprendido durante el curso escolar. Este fenómeno, conocido como “parón veraniego“, puede provocar una pérdida de progreso académico y dificultar su inicio del próximo curso escolar.

Sin embargo, con un poco de creatividad y planificación, los padres pueden evitar este parón y asegurarse de que sus hijos siguen estando incentivados intelectualmente durante el merecido descanso. En este artículo exploraremos algunas actividades emocionantes y educativas que pueden incorporarse a la rutina estival de sus hijos, ayudándoles a retener y reforzar habilidades esenciales mientras se divierten.

 

1. El “Reto de lectura de verano”

Fomenta el amor por la lectura proponiendo a tu hijo un reto de lectura para el verano:

1. Comienza haciendo una lista de libros apropiados para su edad o únete al programa de lectura de verano de su biblioteca local.
2. Establece objetivos alcanzables.
3. Recompensa a tu hijo por completar cada hito.

La lectura no sólo ayuda a mantener y mejorar el vocabulario y las habilidades de comprensión, sino que también despierta la imaginación y fomenta el amor por el aprendizaje para toda la vida.

 

 

2. Excursiones educativas

Planifica salidas educativas a museos, zoológicos, reservas naturales o lugares históricos. Estos viajes proporcionan experiencias de aprendizaje práctico que pueden despertar la curiosidad  y en querer profundizar su comprensión de diversos temas.

Antes de la visita, presenta el tema y comenta qué esperar y que aprende. Anima a tu hijo a hacer preguntas y a participar activamente en las exposiciones para después mantener conversaciones significativas sobre lo que han descubierto durante la visita.

 

 

3. Jugar… ¡y aprender a la vez! (Playlearning™)

El aprendizaje no tiene por qué limitarse a los libros de texto, sino que puede integrarse perfectamente en las actividades lúdicas. A esto lo llamamos “Playlearning™” en Lingokids.

Anima a tu hijo a participar en “juegos abiertos”, como la construcción con bloques, rompecabezas o proyectos de arte y manualidades. Introducir conceptos matemáticos a través de la cocina o la repostería, o incorporar principios científicos a los paseos por la naturaleza o la jardinería son también una gran idea.

El aprendizaje basado en el juego fomenta la creatividad, la resolución de problemas y el pensamiento crítico, a la vez que hace que el aprendizaje sea divertido.

 

 

4. Fomenta el aprendizaje digital

Aprovecha apps educativas (como Lingokids) y dibujos animados que combinan entretenimiento y aprendizaje. Estas apps ofrecen juegos interactivos, rompecabezas y videos que mejoran el lenguaje, STEM y las habilidades sociales.

Con Lingokids los niños pueden disfrutar de aventuras emocionantes mientras practican la lectura, la escritura, la comprensión auditiva y la expresión oral y todo eso ¡en inglés!. Incorporar tiempo de pantalla educativo con moderación puede ser una forma atractiva y eficaz de evitar el “parón veraniego”.

 

 

5. Tener rutinas también en verano

Maintain a consistent daily routine that includes designated learning time. Dedicate a specific period for reading, writing, or practicing educational activities. 

A structured routine helps children understand expectations, provides a sense of stability, and reinforces the importance of learning. Additionally, include time for physical activity, rest, and unstructured play to ensure a well-rounded summer experience.

Mantener una rutina diaria coherente que incluya también cierto tiempo de aprendizaje. Se puede hacer un calendario con periodos específicos para leer, escribir o practicar actividades educativas.

Una rutina estructurada ayuda a los niños a comprender lo que se espera de ellos, les proporciona una sensación de estabilidad y refuerza la importancia del aprendizaje. Además, se puede incluir tiempo para actividades físicas, descansos y juegos no tan estructurados para garantizar una experiencia estival completa.

 

 

6. Fomenta la reflexión y escribir un diario

¿Por qué no comenzar un diario de verano? En él, tu hijo podrá escribir (o dibujar) sus experiencias, observaciones y pensamientos. Llevar un diario fomenta las destrezas lingüísticas, el pensamiento crítico y la expresión personal.

Ayúdale a reflexionar sobre lo que acontece haciéndole preguntas abiertas y comentando sus anotaciones. Esta práctica no sólo refuerza las habilidades de escritura, sino que también ayuda a los niños a desarrollar la inteligencia emocional y el conocimiento de sí mismos.

 

 

7. Colabora con otras familias

Ponte en contacto con otras familias de tu entorno y organicen actividades en grupo que fomenten el aprendizaje. Un buen ejemplo son los grupos de estudio, juegos deportivos, clubes de lectura o experimentos científicos con otros padres y sus hijos.

El aprendizaje colaborativo mejora las habilidades sociales y el trabajo en equipo, y ofrece oportunidades para la enseñanza entre iguales. Compartir experiencias y conocimientos puede hacer que el proceso de aprendizaje sea más agradable para todos los implicados.

 

 

Prevenir el parón estival requiere un enfoque proactivo, pero no tiene por qué ser tedioso ni abrumador. Si incorporas estas actividades divertidas y educativas a la rutina estival de tu hijo, te asegurarás de que sus habilidades sigan floreciendo durante las vacaciones.

Recuerda equilibrar “aprendizaje estructurado” así como también “tiempo de juego no estructurado” para que los más pequeños tengan un feliz verano. Juntos, podemos hacer de este verano un tiempo de crecer y explorar las infinitas posibilidades del viaje de aprender.

 

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Papás y mamás, ¿cuáles son sus actividades de verano favoritas con los niños?

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