Gritar. Llorar. Golpear. Ponerse rojos. Tirar los juguetes. Todos conocemos las señales de una rabieta en ciernes. Detectar una rabieta es fácil, pero saber cómo ayudar a los niños a regular sus emociones es un poco más complicado. La buena noticia es que las rabietas son una parte normal del desarrollo del niño y hay muchas maneras de apoyarlo.
Solemos velar por la salud física de los niños, desde las visitas periódicas al médico y la alimentación sana hasta unas cuantas tiritas bien colocadas. También es bastante sencillo reconocer cuando algo va mal: un rasguño, una nariz que moquea, un malestar en la barriga. La salud mental, en cambio, puede ser mucho más compleja y no por ello menos importante.
¿Qué es la salud mental en la infancia?
Estar mentalmente sano durante la infancia significa que un niño:
- Alcanza los hitos emocionales y de desarrollo
- Aprende habilidades sociales saludables
- Sabe cómo hacer frente a los problemas
Los niños, sean de la edad que sean, pueden tener dificultades para comprender y regular sus emociones. Tomemos como ejemplo la reciente crisis del COVID-19. Por fortuna, aunque la mayoría de los niños no corren un alto riesgo de padecer una enfermedad física grave debido al COVID-19, en términos de su salud mental ha tenido un gran impacto.
Los niños han tenido que enfrentarse a nuevos retos como el distanciamiento social, los cambios en sus rutinas y la pérdida de la sensación de seguridad. Esto puede provocar sentimientos de vulnerabilidad, estrés, ansiedad o depresión.
Estos sentimientos pueden acumularse hasta convertirse en un abrumador “volcán de emociones”, desencadenando en comportamientos indeseables y situaciones difíciles. Si notas un cambio en la forma en que tu hijo solía aprender, comportarse o manejar sus emociones, prueba algunos de estos consejos para ayudarle a mantener la calma y entender la situación antes de que se salga de control
5 Consejos para ayudar en la salud mental en los niños
1. Crea un espacio seguro 🏡
Haz de casa un ambiente en el que tu hijo/a pueda abrirse contigo. Tómate en serio lo que dice y escucha sin juzgar. Escuchar a tu hijo/a le hará sentirse valorado e importante. De este modo, será más receptivo a tu ayuda mientras le guías en el procesamiento de sus emociones de una forma más constructiva.
2. Apoya las emociones difíciles 🎭
Intenta mantener la calma cuando tu hijo reaccione con frustración. Esto no siempre será fácil si el malestar emocional de tu hijo va acompañado de un comportamiento desafiante, pero tú eres un adulto con más experiencia. Ayúdale a entender lo que siente y por qué. Una buena manera de hacerlo es mostrarle un cuadro de emociones y hacer que señale una imagen que represente cómo se siente. Juntos podéis hablar de lo que ha provocado esas emociones y de cómo las gestionáis.
3. Involúcrate en su vida ⚽
Fomenta las cosas que son importantes para él/ella. Ya sea el deporte, arte, la música o las actividades extraescolares, tener distracciones divertidas nos ayuda a todos a conectar con los demás y a sentirnos más a gusto.
4. Crea rutinas positivas 🥗
Establece rutinas claras y hábitos saludables, como comidas nutritivas y ejercicio regular. Dormir bien también es muy importante.
5. Inteligencia emocional con la app de Lingokids 💙
Lingokids dispone de muchas actividades para que los niños aprendan a reconocer y gestionar todo tipo de emociones. Echa un vistazo a nuestros juegos, audiolibros, canciones y actividades de yoga, ¡y pruébalos en familia!
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Consulta nuestros canales de YouTube y descárgate la app de Lingokids.
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